Gold Beach
Esta es la reseña entusiasmada de una lectora que terminó la novela en dos días intensos. Mi primera impresión arrebatada es que es una historia apasionante y llena de alma. Y debo confesar que, durante la lectura, sentía una necesidad imperiosa de regresar a sus páginas para averiguar qué les sucedía a los protagonistas con los que empatizas, vives, sufres, sueñas te desesperas y casi llegas a respirar.
Gold Beach es una novela vibrante, apasionada que te atrapa desde las primeras líneas y no te deja escapar hasta el final. Nos narra la vuelta a casa de Philip, un hombre de treinta años, después de trece años de ausencia. Narrada en primera persona, a través de la voz de su protagonista nos adentramos en la historia personal de sus padres, de los secretos familiares y de los miedos propios. Y en la Historia, con mayúsculas, de la segunda Guerra Mundial.
La trama fluye a ritmo ágil y constante. En ella hay una combinación equilibrada de acción, amor, desamor y traición. Pero sobre todo, destaco que los protagonistas, a pesar de la fatalidad del destino, logran mantener intactos sus sueños e ilusiones y consiguen contagiarte sus ganas de vivir.
No quiero olvidarme de señalar el acierto del personaje secundario de Angels Fortune, que brilla con su aura onírica y hace de hilo conductor de la trama. Resulta una presencia sutil pero profunda y enigmática, que pasa sus horas en una estación de tren observando la felicidad de los viajeros, que le hacen olvidar su propio dolor.
Es una obra que reivindica el derecho a soñar y creer que todo es posible. Y como no, despierta el placer por la lectura, ofreciéndote el refugio de una buena historia y consigue que se sienta nostalgia por haberla acabado.
María José Ramos
